Un acrobata y su aprendiz iban de pueblo en pueblo exhibiendo sus equilibrismos. Un dia prepararon un numero especial. El mayor colocaba sobre sus hombros una larga pertiga y el joven tenia que trepar por ella hasta quedarse suspendido al final con una mano. El acrobata le dijo a su aprendiz:
-Amiguito, para no tener ningun accidente, cuando estemos haciendo el numero tu debes estar muy pendiente de mi y yo muy pendiente de ti.
Pero el joven le rectifico:
-No, maestro, asi tendriamos antes o despues un accidente. Para evitarlo debemos estar tu muy atento a ti y yo muy atento a mi.
Muchas veces estamos mas pendientes de los demas que de nosotros mismos, y eso, muchas veces nos lleva a la perdicion. No tenemos que hacer las cosas como los demas esperen que las hagamos, ni dejar que los demas se fijen en lo que hacemos para que corrijan nuestros errores. Los unicos que podemos salvarnos de los obstaculos de la vida somos nosotros mismos. Por que si estamos todo el tiempo intentando evitar que la gente tropiece con una piedra determinada llegara el momento en que seremos nosotros los que no la veamos y tropecemos, por mucho que intentemos que alguien no caiga la persona que decide finalmente es una misma, podemos apoyar, aconsejar y ayudar a las personas pero tenemos que dejar que cada uno vele por sus propios intereses.
Puede que halla exagerado un poco y seguramente esto sea una comida de olla en toda regla, alomejor no entendeis de la misma forma que yo el cuento, pero sea como sea cuidaos los unos a los otros y sobretodo NUNCA os olvideis de vosotros mismos.
PARA DESVARIOS DE UNA MENTE DESPIERTA