jueves, diciembre 28, 2006

FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES

Durante el juicio: Abogado Defensor: ¿Cuál es su edad? Viejita Indefensa: Tengo 86 años. Abogado Defensor: Podría decirnos, en sus propias palabras ¿qué fue lo que sucedió? Viejita Indefensa: Allí yo estaba, sentada en la mecedora en el porche de mi casa en una agradable noche, cuando un joven se acerco y sé sentó junto a mí. Abogado Defensor: ¿Usted lo conocía? Viejita Indefensa: No, pero él sé mostró bastante amigable. Abogado Defensor: ¿Qué sucedió después de que el se sentó? Viejita Indefensa: El comenzó a acariciar mis piernas. Abogado Defensor: ¿Usted lo detuvo? Viejita Indefensa: No, yo no lo detuve. Abogado Defensor: ¿Por que? Viejita Indefensa: Me sentía muy bien, nadie me había hecho eso desde que mi esposo murió hace 30 años. Abogado Defensor: ¿Qué sucedió después? Viejita Indefensa: El comenzó a acariciarme mis senos. Abogado Defensor: ¿Usted lo detuvo entonces? Viejita Indefensa: No, yo no lo detuve. Abogado Defensor: ¿Por que? Viejita Indefensa: Bueno, señor Juez, sus caricias me hicieron sentir viva y excitada. No me había sentido así en muchos años. Abogado Defensor: ¿Qué sucedió después? Viejita Indefensa:Bueno, yo me estaba sintiendo tan caliente y excitada que simplemente abrí mis piernas y le dije: hazme tuya jovencito, tómame, hazme el amor. Abogado Defensor: Entonces, él, ¿la tomó? Viejita Indefensa: No. El solo gritó "¡Feliz día de los Inocentes!" y fue allí cuando le disparé al desgraciado.