Una cosa es que nos engañen y otra distinta que nos engañemos. Y muchas veces la gente es lo único que hace. Engañarse ellos solos, esperar que todo sea como quieren, evadirse de la realidad e imaginarse que están en un mundo maravilloso donde todo es perfecto. Puede que por un momento sean felices, pero llegara el día en que abran los ojos y al mirar alrededor se den cuenta que vivir en esa mentira y no enfrentarse a la realidad no lleva a ningún sitio.
La memoria es un lago de recuerdos que a veces nos asedia, nos inunda y es probable que a esa gente que vive en un mundo paralelo, les ahogue.